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¿Quién fue Juan Delgado?

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El profesor Juan Delgado Figueroa es considerado uno de los educadores más destacados que hubo en esta ciudad, a fines del siglo XIX.
De acuerdo con su testamento, nació en la población de Salamanca, Guanajuato, en el año de 1833. Sus padres, originarios de aquella ciudad, fueron don Juan Delgado y doña Francisca Figueroa.
De joven partió a Morelia a fin de estudiar la carrera de maestro. Durante su estancia en la capital michoacana conoció y se relacionó con otros estudiantes tanto locales como de otras latitudes, y de la misma manera personajes que años más tarde, participarían en la lucha por la soberanía de nuestra nación, bien fuera a través de las armas o de la pluma, precisamente durante la Guerra de Intervención Francesa y el Segundo Imperio, entre los años de 1862 y 1867.
Cabe decir que una vez concluida su carrera de profesor de primeras letras, ejerció esta noble profesión en la vecina población de Paracho, en donde permaneció durante pocos años.
A continuación llegó a la ciudad de Uruapan del Progreso donde las autoridades educativas le asignaron una escuela de niños que mantenía el gobierno estatal; en seguida fue el director de la escuela particular que fundó y la habilitó en una parte de su casa, en la segunda de Calle Real, hoy Independencia.
Su labor dentro de las aulas tuvo que ser interrumpida debido a los problemas suscitados por la citada «Guerra de Intervención Francesa», donde participó en el bando republicano escribiendo artículos donde se reflejaba su espíritu de lucha contra la invasión francesa a nuestra tierra.
En el año de 1867, una vez concluida la guerra contra los europeos y los conservadores mexicanos, llega a todo el país la paz y estabilidad social en los pueblos, siendo por ese tiempo cuando el maestro Juan Delgado regresa de Morelia a Uruapan para reincorporarse a las clases al plantel que a iniciativa propia había establecido muy cerca del centro de la ciudad, exactamente donde ahora se encuentra la escuela primaria que lleva su nombre.
Por cierto, hay una nota que se publicó en el semanario uruapense «El Mendigo», que entonces dirigía el poeta Pablo G. Abarca, fecha 5 de marzo de 1888, donde se refiere sobre la personalidad del profesor Delgado Figueroa, bajo estas líneas:

“Aquí desde Uruapan: Hay muertos que no hacen ruido…El señor director de la Escuela Primaria de este lugar, Prof. Juan Delgado, que con su sencillez y perseverancia ha estado enseñando y gracias a su constancia nuestra población, se educa y va encontrando la juventud nuevos horizontes. El educador Juan Delgado es uno de los que no hacen ruido. Pero tiene un honor al mérito que desempeña”.

Así, durante la época en que estuvo al frente del plantel que ofrecía sus servicios principalmente a los alumnos más pobres, hijos de aquellas familias de los barrios de la población, que contaban con bajos recursos, en general se caracterizó por ser recto, atento, activo y disciplinado en su postura de catedrático.
El maestro salmantino no solamente ocupaba su labor en la educación, también disponía de momentos para dedicarse a la literatura y redacción, peo más que nada al periodismo literario y cultural, siendo colaborador de varios periódicos que circularon en esa época histórica, principalmente impresos de Morelia y del propio Uruapan.
De la misma manera, la mayor parte de su vida radicó en Uruapan, salvo temporadas que por situaciones difíciles como la guerra tuvo que salir de este lugar.
Poco antes de morir, no habiéndose casado, en su testamento dejó la cantidad de 200.00 pesos para la construcción del nuevo templo que se estaba edificando (hoy de la Inmaculada Concepción), en su primera etapa y la cual no hubiera sido posible sin la batuta del Padre Manuel Sandoval.
Además, su mayor legado fue instituir como herederos a los «jóvenes pobres de este municipio», con el fin de que recibieran instrucción primaria de manera adecuada; donando su casa para la edificación de una escuela digna de los hijos del Cupatitzio.
Dicha propiedad se encuentra ubicada hasta nuestros días en la esquina de las antiguas calles de 2ª de la Independencia y 1ª de Hortensia, hoy Independencia e Isaac Arriaga.
El profesor Juan Delgado legó una herencia que hoy se mantiene viva gracias al espacio educativo que ha sido semillero de grandes alumnos que durante décadas han destacado en sus distintas carreras u oficios.
El catedrático guanajuatense e hijo adoptivo de Uruapan, el pedagogo Juan Delgado Figueroa, después de más de tres décadas de impartir su cátedra y estar al frente de la dirección del plantel, falleció el 27 de mayo de 1898:
«No tenía familia en Uruapan, ni muchas amistades», dice al respecto el historiador nicolaita José Napoleón Guzmán en su obra “Uruapan Durante el Porfiriato (Uruapan, 2001).
La personalidad de este gran promotor de la educación en Uruapan se puede definir como un verdadero discípulo de Diógenes, tal como lo describe un periodista en “La Libertad”, semanario de Morelia, en su edición del 22 de junio de 1898:

“Como todos los hombres en quienes la inteligencia brilla por su cultivo, tenía excentricidades que se han hecho célebres entre la gente de Uruapan, no salía casi de su casa y jamás usaba sombrero de clase, dos hábitos que se relacionan entre sí y parecen el uno consecuencia del otro. Sobrio en su alimentos por hábito y por exigirlo su estado senil…vivía con una escasez increíble para los que consideramos al hombre civilizado con todas las exigencias de la comodidad…la lectura y la enseñanza era su total ocupación y la vida de este hombre parecía ser la propia de un discípulo de Diógenes”.

Posteriormente a muerte, la voluntad del maestro fue hecha realidad, cuando el gobierno estatal de don Aristeo Mercado, quien conociera personalmente al profesor Delgado Figueroa y fuera vecino de la misma calle en Uruapan, destinó los fondos económicos de la herencia para la creación de la denominada «Escuela Práctica Pedagógica Juan Delgado», inaugurada el día 10 de abril de año 1909.
Hoy se le rinde homenaje a un mentor, el cuál incluso lleva el nombre de una de las calles antiguas de Uruapan, la calle de San Miguel, hoy Juan Delgado.

Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.

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