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El texto ayuda a comprender su ontología: su ser, su estructura. Lo que habita en su intimidad debe ser analizado y nos obliga a crear una estrategia de la pertinencia: decidir, de los secretos, qué se puede compartir-decirlo y mostrarlo- y qué debe ser inexistente para los demás. Si se comunica un secreto, queda el sujeto atrapado en sus efectos.
El secreto empieza a deformarse, a crecer con su propia autonomía a presionar al creador. Existe un dicho sobre los amigos que se pelean y luego sufren las consecuencias: «enójense las comadres y salen las verdades»: así puede comprender el lector, que no conoce la terminología y los finos análisis del psicoanálisis, cómo ayuda a calibrar sus actos morales: por ejemplo cuestionarse la pertinencia de hacer existir o no secretos, y el peligro real de hacerlos exógenos, para los demás…los secretos no deben comunicarse a nadie, son tu tesoro de significantes: la condensación de tu ser y ex-sistencia(no hay error ortográfico)./ Juan Heladio Ríos.
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