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En la Cumbre Tencent WE que se celebró en Pekín, el científico Stephen Hawking puntualizó que, a su juicio, para el año 2600 la Tierra ya no será un planeta habitable. Las causas: el incremento desproporcionado del número de habitantes y el constante aumento de la demanda de recursos energéticos. Para ese entonces faltan todavía 600 años, y si bien todos sabemos que el tiempo pasa rápido y para cuando queremos pensar ya estamos de nuevo en Navidad, 600 años no son moco e’ pavo.
Pensemos, por ejemplo, qué cosas no habían sucedido todavía seis siglos atrás: América no había sido descubierta, no habían nacido ni Leonardo Da Vinci ni Miguel Angel (es decir, la pintura moderna), el Sol giraba en torno a la Tierra (cien años le faltaban a Galileo para venir al mundo), los Médici recién hacían sus pininos en el poder y acá nomás, en Cusco, un tal Viracocha era proclamado ‘inca’.
Es raro que Hawing prevea un crecimiento exponencial del número de terrícolas cuando, como todos sospechamos, en cualquier momento una buena guerra reduce la población a apenas un puñado. Y no es menos raro que imagine que van a faltar recursos energéticos y no que dentro de 600 años nuestros sobrevivientes serán, necesariamente, un poco más prudentes que nosotros en el uso tanto del glifosato como de las pastillas anticonceptivas. Miguel Angel Morelli
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